Publicado el: 6 marzo, 2021.
Dedicado a todos los naturalistas del planeta: ¡no importa si eres investigador científico o sencillamente un amante de la vida salvaje, un experimentado explorador o si tienes niños que comienzan a abrir sus ojos a las maravillas de este mundo!
En artículos anteriores hemos compartido contigo la belleza de las aves de la región de Baracoa, las extrañas y delicadas orquídeas silvestres de estas tierras del Oriente cubano, el encanto caprichoso y enigmático de nuestros paisajes kársticos. Y pronto te hablaremos de la variedad de hongos y helechos que viven en nuestros bosques tropicales húmedos. Pero Baracoa tiene muchos elementos más que cautivarán tus sentidos y tu sensibilidad…
Seres pequeñitos que suscitan un enorme placer
Este artículo te brinda un atisbo a la miríada de criaturitas que habitan Baracoa y las áreas circundantes: ¡vibrantes mariposas, translúcidas libélulas, coloridos caracoles arbóreos y simpáticas lagartijas y ranas! Todas ellas forman parte de la experiencia que puedes vivir en los paisajes montañosos, entre los arroyos y ríos de Baracoa mientras respiras el aire más fresco con el que puedas haber soñado.
¿Por dónde empezamos? Los caracoles arbóreos. Lo más probable es que los moluscos terrestres no sean el tipo de fauna que viene a tu mente cuando te piden que nombres bellas especies animales, pero si emprendes una excursión en Baracoa cambiarás de parecer. Son verdaderas joyas del Oriente cubano que sólo encontrarás en nuestra región y sus alrededores.
El hábitat de la mundialmente famosa polimita
Hay que decirlo desde ahora. Las polimitas, coloridos caracoles arbóreos, están en peligro de extinción y necesitan de la protección de todos. Baracoa te invita calurosamente a conocer estas bellezas y disfrutarlas de cerca. Pero también te ruega amablemente unirte decididamente a los esfuerzos de conservación: por favor, rechaza cualquier ofrecimiento que puedan hacerte los inescrupulosos vendedores de los caracoles vivos o sus conchas.
El género Polymita es endémico del extremo oriental de Cuba. Muchas de las polimitas que verás en Baracoa y sus alrededores son de la especie picta, ¡y podrás conocer varias de sus subespecies también! Todas ellas viven en árboles, tanto árboles de especies silvestres como árboles frutales y plantas de café.
Las polimitas son grandes amigas de la flora en la que viven, pues se alimentan de la fina capa de hongos que cubre sus hojas, facilitando así la respiración y la fotosíntesis.
Dos subespecies: Polymita picta roseolimbata y Polymita picta nigrolimbata
En el Cañón de Yumurí, verás sobre todo ejemplares de Polymita picta roseolimbata. El nombre se refiere al color rosáceo pálido de la línea interior de la espiral de su concha (la “banda sutural”), situada donde una vuelta de la espira se une a la siguiente.
Pero el cañón es también un excelente entorno para descubrir la hipnótica Polymita picta nigrolimbata con su nítida banda sutural de color negro.
Otras dos subespecies: Polymita picta picta y Polymita picta fuscolimbata
La subespecie nominal es Polymita picta picta. La reconocerás por su banda sutural oscura y discontinua y porque, conforme la concha crece, permanece visible la línea oscura que bordea la apertura de la concha y que indica cada etapa previa de crecimiento. Estas dos fueron vistas en el sendero que lleva a la cumbre del monte El Yunque.
Aquí tienes la Polymita picta fuscolimbata. Es característica de ella su banda sutural color óxido/marrón oscuro de contorno relativamente indefinido, difuminado. Estas dos son del Área Protegida Yara-Majayara y el Parque Nacional Alejandro de Humboldt, respectivamente.
Nos llamó la atención el cremoso color de esta fuscolimbata albina durante una parada que hicimos en la carretera La Farola, cerca del mirador panorámico de Alto de Cotilla.
Pero las fuscolimbatas más vistosas se encuentran en la recientemente establecida Área Protegida Tetas de Santa Teresa, cerca de la entrada a Baracoa. Mira el profundo color quemado de la banda sutural de estos individuos, ¡y cómo el mismo se difumina más ampliamente sobre la concha!
Y dos más: Polymita picta iolimbata y Polymita versicolor
Otra subespecie de espectacular coloración es la Polymita picta iolimbata. Su nombre guarda relación con los profundos tonos yodados de sus brillantes conchas de apariencia barnizada. Para ver esta subespecie (y la especie que presentamos a continuación), te recomendamos un recorrido por la costa sur de Maisí con una persona especialista de la protección de la fauna.
Para terminar, otra especie de Polymita (no una subespecie de la picta, sino una especie por sí misma): la Polymita versicolor. Estas bellezas tienen su hábitat muy específico en entornos secos y espinosos costeros. Como le decíamos, es necesario un especialista de la protección de la fauna que te lleve a verlas.
¿Te parece que pasemos de los caracoles arbóreos a las mariposas?
Baracoa y el extremo oriental de Cuba: ¡abundancia de mariposas!
¡A quién no le gustan las mariposas! Cuba cuenta con más de 200 especies de estas vibrantes criaturas. Alrededor de 35 de esas especies o subespecies son endémicas de nuestro país. A continuación, te ofrecemos una pequeña selección de las que puedes encontrar al explorar nuestra región.
Comencemos con un lindo ejemplar de Ojichivo Tropical (Junonia zonalis).
Esta es una Amarilla de Bandas o Eurema elathea elathea. Vive en las Antillas Mayores, las Bahamas y las Islas Caimán. En Cuba puede vérsele más comúnmente en el Oriente de la isla.
La siguiente es una Dina o Pyrisitia dina dina. Aunque las mariposas Pyrisitia se hallan en todo el continente, la subespecie dina es endémica de Cuba.
Algunas bellezas de color naranja de amplia distribución en Cuba
Esta Anacaona es una subespecie endémica de nuestro país: Antillea pelops anacaona. Podrás verla a orillas de los matorrales, de los caminos y senderos de tierra colorada.
Aquí puedes ver una Plateada (Agraulis vanillae). Es una especie muy común en Cuba, endémica de las Antillas Mayores y las Bahamas, muy linda tanto con sus alas abiertas como cerradas.
La siguiente se llama Julia (Dryas iulia). La subespecie nudeola es endémica de Cuba y abunda en nuestro jardín. La que aparece en esta foto es una hembra.
Con las alas abiertas o cerradas
El Pavo Real Blanco te parecerá muy agradable a la observación (y al lente). Es abundante y se posa sobre las flores con sus alas bien abiertas. La subespecie que verás en Cuba es Anartia jatrophae guantanamo (presente también en el sur de Estados Unidos y en las Bahamas).
A continuación, tenemos la Cebra (Heliconius charithonia ramsdeni), que puede ser apreciada tanto con las alas abiertas como cerradas. Esta subespecie vive en Cuba y algunas de las islas de las Bahamas. Tenemos varias de ellas en nuestro jardín, seguramente por la sombra y nuestras lianas de Passifloraceae donde ellas ponen sus huevos y se desarrollan sus larvas.
Esta que ves aquí es una Prepona (Archaeoprepona demophoon). La subespecie crassina es endémica de Cuba. Vive en los bosques y se posa alto en las ramas de los árboles. Tiene unas muy bellas bandas de color azul profundo en las alas, ¡pero no es fácil fotografiarla con las alas abiertas!
El Emperador Gigante es la mariposa más grande residente en Cuba. A menudo la verás como aparece en nuestra foto: posada en un tronco, las alas cerradas, boca abajo (o sobre fruta muy madura). Esta subespecie (Historis odius odius) vive en las Antillas Mayores.
¡Mantente alerta por si de repente aparece una saltadora!
Seguramente detectarás unos destellos azules como los de esta Saltadora de Manglar (Phocides pigmalion batabano). Aparte de algunas islas en las Bahamas y las Islas Caimán, esta subespecie está ampliamente distribuida en Cuba, donde vive cerca de la costa.
Esta es otra saltadora de espectaculares tonos de azul que difícilmente pasa desapercibida. Su nombre es Saltadora de Jagua. En Cuba, hallarás la subespecie endémica Telegonus xagua xagua.
Algunas exclusividades cubanas
La mariposa Calisto, en cualquiera de sus 17 subespecies, sólo puede ser vista en Cuba. La subespecie que te mostramos aquí –Calisto dissimulatum– se encuentra exclusivamente en el Oriente cubano, principalmente en áreas montañosas. A esta la vimos entre la flora de charrascal del río Las Minas.
Por su parte, la Atlantea Cubana o Atlantea perezi es una mariposa endémica cubana muy poco común que vive en el Oriente del país, sobre todo en las montañas de Moa y Baracoa. Tomamos esta foto cerca de la cumbre del monte El Yunque. Desde el punto de vista de la conservación, esta especie es considerada vulnerable.
Completamos esta sección sobre las mariposas con dos vistosas papiliónidas endémicas. La primera se llama Perro de Bosque (Heraclides oviedo). Te mostramos aquí una foto tomada en nuestro jardín en Villa Paradiso y otra lograda tras la lluvia en las montañas de roca serpentina en la zona de Quibiján. ¡Notarás los bellos tonos crema de su cara inferior!
Y para cerrar, la más icónica de las mariposas cubanas: ¡el Papilio de Gundlach (Parides gundlachianus)! Le debe su nombre a Johannes Gundlach, el gran naturalista del siglo XIX que se dedicó con pasión a la vida silvestre en Cuba. Esta mariposa vive en ambos extremos de la isla (occidental y oriental), pero se le encuentra más frecuentemente en el Oriente. Tomamos la primera foto en el sendero que lleva a Pozo Azul y la segunda, en la flora siempreverde de los karsos del Área Protegida Yara-Majayara.
Las fuentes más actualizadas y completas sobre las mariposas de Cuba
Una de las mejores fuentes de información acerca de las mariposas cubanas es, sin duda alguna, el sitio web cuidadosamente editado por el experto Tim Norriss, Butterflies of Cuba. Le estamos muy agradecidos a Tim por su amable ayuda en la identificación de varias especies y por haber compartido interesante información respecto a las mismas. ¡Antes de viajar a Cuba, no te pierdas la rica galería fotográfica y los detallados datos sobre las distintas especies que ofrece este sitio web!
También recomendamos calurosamente la reciente publicación Mariposas de Cuba, Guía de Campo (2020), editada por Carlos A. Mancina et al. Disponible en formato PDF, incluye excelentes fotos que te ayudarán a identificar tus avistamientos, así como mapas que muestran la distribución geográfica de cada especie.
Interludio: ¡libélulas cubanas!
Cuando estés en medio del bosque disfrutando de todo tipo de especies de la fauna, podrás estar seguro de que hallarás libélulas también: ¡y de todos colores!
¡Nos encanta ésta, tan delicada y con sus ojos saltones y pequeñas antenas, como salida de los dibujos animados!
El turno de los lagartos
En los jardines, las fincas y los bosques, lagartijos y lagartos se asomarán a saludarte. ¿Te parece si empezamos con los más finos y largos? Este que ves aquí se llama Anolis inexpectatus. Lo conocimos en el Parque Nacional Alejandro de Humboldt.
Otro también muy delgado y largo, pero con una mancha negra desde el ojo, pasando por la mejilla y llegando a los hombros es el llamado Anolis anfiloquioi.
No puedes ver su cola en esta foto, pero este Anolis argenteolus también es un lagartijo muy largo. Estaba tranquilamente posado en la cima kárstica del Área Protegida Tetas de Santa Teresa.
Un lagartijo muy común en toda Cuba, con su color verde brillante, es el Anolis porcatus. Este que ves aquí es un macho: mira su pliegue gular de color rojo con pintas blancas. Lo despliega en contextos de cortejo o de defensa territorial.
El Anolis rubribarbus tiene también in vistoso pliegue gular de tonos naranja, pero no hemos podido fotografiarlo cuando lo despliega.
Esta belleza verde-amarilla es un Anolis allogus.
Y este otro se llama Anolis sagrei.
Échale un vistazo a los punticos de colores (color amarillo cremoso, verde-azul) en los costados de este Leiocephalus macropus. ¡Y su cola enrollada!
Notarás que el Pholidoscelis auberi anda cerca de ti cuando pase a toda velocidad con sus tonos azul eléctrico.
No son tan diminutas, ¡pero no debes perderte estas otras criaturas!
Con unos 45 cm de longitud total, el Anolis baracoae es una de las estrellas más populares de la fauna endémica de nuestra región. Se le distingue de otros lagartijos verdes por sus puntos anaranjados y negros en el pliegue del hombro. En algunos de estos animalitos, esos puntos de color naranja y negro salpican el torso completo. ¡Nos gusta tanto esta especie que decidimos ofrecerte tres fotos diferentes!
Apenas podíamos creer nuestros ojos cuando inesperadamente nos topamos con esta pareja haciendo el amor en la costa sur de Guantánamo. Se trata del bello Anolis smallwoodi, otro endémico del extremo oriental del país. Con orgullo te contamos que dos expertos cubanos nos han solicitado esta foto para un par de libros diferentes (actualmente en proceso de edición) sobre las maravillas naturales de Cuba. (¡Por supuesto que dijimos que sí!)
Ahora te presentamos la (mucho menos pequeña) Iguana Cubana (Cyclura nubila). Una eterna favorita de nuestros visitantes, ¡es también una belleza (por decirlo así) endémica! Sí: puedes verla en nuestra área protegida más cercana, la maravillosa Yara-Majayara.
Para cerrar con broche de oro: ¡una de las ranas más pequeñas del mundo!
Chicos y chicas, no se pueden perder el Parque Nacional Alejandro de Humboldt si quieren ver esta diminuta maravilla. ¡Con sólo 9,8 cm de longitud, la Ranita de Monte Iberia (Eleutherodactylus iberia) es la cosita más encantadora que puedas descubrir en Baracoa! No hace falta decir que se trata de otra especie endémica de Cuba (y que sólo puede ser vista en nuestra región).
Queremos agradecerle calurosamente al fotógrafo italiano Paolo Vimercati por habernos permitido usar su foto de la Ranita de Monte Iberia en este artículo. Paolo es un excelente tour leader que ofrece tours fotográficos en Baracoa y sus alrededores.
La conservación, gran orgullo de Baracoenses y viajeros
Volviendo al tema de la conservación de especies vulnerables… Una pareja de huéspedes que nos visitaron hace algún tiempo lo dijeron mejor que nadie: “nada se compara con el momento en que vez las polimitas en vivo y en directo, felices en su propio entorno natural. Tus fotos serán un maravilloso y único recuerdo que podrás presumir, por supuesto. No tiene sentido hacer de esos caracolitos y sus conchas un fetiche que hace falta poseer. Y, de cualquier modo, ¿a quién le interesa convertirse en eco-depredador?”
(Podemos agregar: también te puede caer encima una sólida multa en la zona de aduanas en el aeropuerto y terminar siendo objeto de acusaciones criminales si te atrapan en pleno tráfico de especies protegidas).
Una excelente fuente bibliográfica, muy recomendable, es el libro Las Polimitas, de José Espinosa y Julio Larramendi (Ediciones Polymita/Boloña, 2013).
Baracoa está orgullosa de su experta y gran protectora de las polimitas, la bióloga Norvis Hernández, quien también es Jefa del Grupo Técnico de nuestro sector del Parque Nacional Alejandro de Humboldt. ¡Puedes verla en este simpático video acerca de las polimitas, hecho por el inigualable grupo musical ecologista Cubanos en la Red!
Actividades, Baracoa, Turismo Sostenible
Etiquetas: Bosques, Ecología, Excursionismo, Senderismo, Turismo de naturaleza
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