Publicado el: 27 abril, 2020.
Dramáticos perfiles montañosos, entornos de caprichosas formas, escabrosas terrazas geológicas: los paisajes kársticos de Baracoa, en el Oriente de Cuba, te cautivarán con su amplia variedad de flora y fauna únicas de nuestro país.
Seguramente los mogotes del valle de Viñales son los carsos más célebres y ampliamente reconocibles por los viajeros que visitan Cuba, pero la región de Baracoa tiene formaciones kársticas icónicas igualmente memorables (y menos invadidas por cantidades exorbitantes de turistas), como El Yunque.
Ya sean costeros o interiores, ya se trate de planicies, cumbres o cuevas, los carsos son formaciones geológicas compuestas principalmente por roca calcárea o caliza. Son resultado de largos procesos de erosión por filtración de agua y la acción del viento y de componentes químicos naturales que van afectando la forma de las rocas.
Terrazas marinas emergidas: Yara-Majayara
En eras geológicas pasadas, las terrazas calcáreas del carso costero de Yara-Majayara estaban sumergidas en el mar. Hoy forman parte de un área protegida de 1,763 hectáreas que te permite apreciar los densos bosques siempreverdes que crecen directamente sobre las rocas, así como las huellas fosilizadas de los corales marinos.
Recorrido recomendado en Yara-Majayara
No debes perderte el sendero “Balcón Arqueológico”, seguido de un chapuzón en las aguas frescas de la Cueva del Agua.
De ahí puedes subir a la terraza marina intermedia y disfrutar de la vista costera hacia el sudeste.
Finalmente, si continúas hasta una finca familiar situada en la más alta terraza geológica, se abrirá frente a ti una vista inigualable hacia el noroeste: la Bahía de Miel, la Bahía de Baracoa, El Yunque y la Bella Durmiente.
Y para disfrutar el resto de la tarde, algunos viajeros llegan a la diminuta Playa Blanca…
La flora y la fauna de Yara-Majayara
La flora local te reserva lindas sorpresas. En el plano de las orquídeas, por ejemplo, seguramente encontrarás algún ejemplar de la Broughtonia lindenii.
Este carso costero cuenta con una amplia variedad de árboles, entre los cuales se destaca la palma endémica llamada Yuraguano (Coccothrinax yuraguana).
Si te gusta la observación de aves, Yara-Majayara no te decepcionará. Entre las numerosas especies locales, por ejemplo, verás al Carpintero Verde (Xiphidiopicus percussus), una bella ave endémica de Cuba.
Y también observarás, en los rocosos acantilados, a la igualmente endémica Iguana de Cuba (Cyclura nubila).
Te proponemos un artículo donde podrás encontrar más detalles prácticos respecto a Yara-Majayara, incluyendo información para tu presupuesto, un muy buen sitio donde comer, etc.
Altos acantilados boscosos: el Cañón de Yumurí
Es una pena, pero la mayor parte de los viajeros que vienen a Baracoa se quedan con apenas un atisbo del maravilloso fenómeno cárstico que constituye el Cañón de Yumurí.
En efecto, la típica visita a esta área protegida de una superficie de 911 hectáreas se limita a un corto paseo en bote de unos 10 minutos por el río Yumurí o una breve caminata de 15 minutos hasta sus piscinas naturales.
Pocos se enteran de que el sendero a orillas del río se extiende por unos 5 kilómetros hacia el interior del cañón. Las formas del entorno rocoso van cambiando conforme se avanza, habitado por una flora y una fauna endémicas muy bellas. Se trata de un sendero muy arbolado y, por lo mismo, bastante sombreado y más fresco que muchos otros.
La flora y la fauna en el carso del Cañón de Yumurí
La flora local te ofrece una variedad significativa de helechos tropicales, como esta diminuta especie del género Selaginella que te mostramos aquí, además de orquídeas como la Epidendrum anceps.
La fauna del Cañón de Yumurí es también preciosa. Ahí verás a la célebre Polymita picta, caracol arbóreo endémico de Baracoa con sus brillantes colores, sobre todo las subespecies roseolimbata y nigrolimbata.
También apreciarás una variedad de aves, entre las cuales se encuentra la pequeñita pero llamativa Cartacuba (Todus multicolor), endémica de Cuba.
La joya que corona esta excursión por el carso de Yumurí es la Cascada de Belete. Con 15 metros de caída y una refrescante piscina natural en la que puedes bañarte y nadar, esta cascada se encuentra en una cañada de difícil acceso. ¡Pero el esfuerzo habrá valido la pena!
Te proponemos un artículo donde podrás encontrar más detalles prácticos respecto al Cañón de Yumurí, incluyendo información para tu presupuesto, un muy buen sitio donde comer, etc.
El fascinante e icónico monte de Baracoa: El Yunque
El monte El Yunque es reconocido como una de las mayores y más bellas formaciones cársticas tropicales de Cuba. A su alrededor se ha designado un área protegida que mide unos 46 km cuadrados.
Este carso data del Mioceno Medio y se caracteriza por sus altos farallones verticales y su cima a primera vista plana pero compuesta de salientes y oquedades que en realidad la hacen más parecida a la superficie de un diente molar.
La flora y la fauna de El Yunque
Uno no se imagina el alto nivel de endemismo atesorado en las laderas de El Yunque. Entre las especies endémicas hallamos a la palmera llamada Coccothrinax yunquensis, así como la Gesneria glandulosa, ambas únicas de este monte.
Por el lado de los helechos, El Yunque ofrece una amplia variedad incluyendo especies arborescentes y otras, como este Lygodium volubile que se asemeja a una liana. En esta excursión hallarás otras especies exquisitas de la flora, como la panetela (Phyllanthus epiphyllanthus).
Si te gustan las orquídeas, te invitamos a consultar nuestro artículo que te ofrece más información acerca de las que habitan en el área protegida de El Yunque. Esta que ves aquí es diminuta pero preciosa y es endémica de la cumbre de este monte: se llama Lepanthes grisebachiana.
El área protegida de El Yunque es hogar de animalitos muy curiosos como el Cocosí (Rhinocricus sp). También abundan las mariposas, como esta Agraulis vanillae, entre muchas otras especies. Y podrás ver también el Saltacocote (Anolis baracoae), otro endémico de nuestra región.
En el plano de la observación de aves, en El Yunque podrás ver al ave nacional de Cuba: el Tocororo (Priotelus temnurus), entre varias otras especies.
Tú recompensa tras la caminata: refrescarte en el río Duaba
Lleva tu traje de baño para disfrutar un buen baño en el río Duaba, uno de los más cristalinos en Cuba. Podrás visitar y disfrutar las Cascadas del Duaba, un sitio idílico que no te debes perder. Y también el Charco de la Piña, otro sitio sin igual para saltar de las rocas a las profundas piscinas del río.
Te proponemos un artículo donde podrás encontrar más información y detalles prácticos respecto a El Yunque, incluyendo información para tu presupuesto, la hora recomendada para comenzar la excursión, etc.
Entre azul turquesa y verde esmeralda: el carso de Pozo Azul
Un rústico sendero calcáreo de 12 km de longitud te conduce hasta un recóndito sitio de ensueño en el que puedes refrescarte y nadar en las aguas cristalinas de luminosas tonalidades de Pozo Azul.
En el km 6 del sendero se halla un mirador desde el que puedes contemplar el bosque siempreverde que crece en este carso costero y observar la línea del mar frente al Paso de los Vientos.
La flora y la fauna en el sendero Pozo Azul
La flora es densa y muy rica en especies endémicas. Una de ellas es esta Aristolochia peltata, una trepadora que te mostramos en pleno florecimiento.
La fauna en este recorrido incluye varias especies de cangrejo y una amplia gama de mariposas, como esta Parides gundlachianus, endémica de Cuba.
Te invitamos a leer nuestro artículo que te habla de las especies de aves que podrás ver en el sendero a Pozo Azul. Entre ellas hallarás a esta auténticamente caribeña Guacaica (Coccyzus merlini), también conocida como Arriero.
A lo largo del sendero, las formaciones rocosas calcáreas y las raíces de los árboles te ofrecerán peculiares vistas.
Y al final, tu recompensa mayor: Pozo Azul, rodeado de grandes helechos de la especie Acrostichum aureum.
No se lo digas a nadie: Punta del Fraile
Un secreto: muy cerca después de Pozo azul, se encuentra Punta del Fraile, cuyos paisajes ciertamente valen unos cuantos pasos más.
Te proponemos un artículo donde podrás encontrar más información y detalles prácticos respecto a Pozo Azul, incluyendo información para tu presupuesto, la hora recomendada para comenzar la excursión, un muy buen sitio donde comer, etc.
En la árida costa Caribe: la Reserva Ecológica Maisí-Caleta
Si te gustan los viajes por la carretera (lo que llaman un road trip), no te pierdas este circuito de un día por las regiones de Baracoa y Maisí, en el extremo más oriental de la isla. La costa sur guantanamera entre Cajobabo y Maisí ofrece paisajes y carsos increíbles, además de orquídeas, aves, iguanas y coloridos caracoles arbóreos endémicos de Cuba.
Al llegar a Cajobabo, podrás visitar el sitio histórico del desembarco de José Martí en 1895, donde el gran escritor y héroe de Cuba llegó para relanzar la lucha por su independencia. Además de su significado histórico, el sitio ofrece un paisaje kárstico hermoso: una playa rocosa abrigada por un acantilado de 70 metros de altura.
En el marco de este recorrido en automóvil atravesarás la Reserva Ecológica Maisí-Caleta, una de las menos visitadas por los viajeros que vienen a Cuba. Esta es una zona de terrazas calcáreas a orillas del mar.
Estas terrazas elevadas cuaternarias han sido designadas recientemente por la Unión Internacional de Ciencias Geológicas como uno de los primeros 100 Sitios del Patrimonio Geológico del mundo. Dichos sitios son reconocidos como lugares clave con una relevancia sustancial para las ciencias geológicas.
Flora y fauna en la costa sur de Maisí
Las vistas por sí solas valen mucho la pena, pero la riqueza de la flora xerofítica y la fauna endémicas es sin lugar a dudas un elemento atractivo más de estos carsos. Aquí puedes ver palmeras del género Coccothrinax y, entre las orquídeas locales, la Tolumnia guibertiana, ambas únicas de nuestro país.
Los moluscos terrestres locales incluyen una interesante variedad de géneros y especies. Entre ellas, podrás apreciar caracoles de los géneros Coryda y Macroceramus, pero también dos subespecies de la famosa Polymita picta (versicolor e iolimbata), únicas de el extremo oriente de Cuba.
Las aves endémicas de Cuba también te estarán esperando. Entre ellas, el Sinsontillo (Polioptila lembeyei) y el Cabrerito de la Ciénaga o Cabrerito Cubano, particularmente la subespecie propia de la costa sur de Guantánamo (Torreornis inexpectata sigmani).
Aventura en los confines de la isla
La exploración de estos karsos costeros en áreas muy poco pobladas es una verdadera aventura en las más agrestes tierras del país: ¡una experiencia fronteriza única para quienes vienen a Cuba!
Cuando realizas el recorrido propuesto en nuestro road trip de un día por la región, el tramo correspondiente a la célebre carretera La Farola atraviesa la Sierra del Purial, donde la roca es serpentinita. Los otros dos tercios del recorrido son por zonas principalmente costeras y kársticas.
Te proponemos un artículo donde podrás encontrar más información y detalles prácticos respecto este road trip por la punta más oriental de la isla, incluyendo información para tu presupuesto, un muy buen sitio donde comer, etc.
Otras bellas áreas de karsos en Baracoa
Estas otras dos bellas zonas kársticas pueden ser descubiertas en el contexto de otras excursiones de un día. Si vas al Parque Nacional Alejandro de Humboldt o a Playa Cajuajo podrás apreciar estos sitios espectaculares.
Boca de Boma
La Bahía de Boma y el sitio arqueológico Cueva de la Vigía (también conocido como Cueva del Cacique) pueden darte una mañana muy especial antes de pasar una agradable tarde en la silvestre y poco concurrida playa Cajuajo.
Si te gusta el cicloturismo, esta excursión es una excelente opción.
Bahía de Taco
La Bahía de Taco es una joya biogeográfica en la porción marítima del Parque Nacional Alejandro de Humboldt.
Un paseo en bote te lleva por manglares y hasta la boca de la bahía. Esto puede combinarse muy bien con un sendero corto en los bosques del Parque Humboldt, como el sendero El Recreo.
¿Lo sabías?
La roca calcárea está muy presente en la terrazas, mesetas y montañas de Baracoa y Maisí. En su libro La Cuenca del Toa, el gran geógrafo y ecologista cubano Antonio Núñez Jiménez describe la Gran Meseta Cársica de Baracoa, que comprende la totalidad de áreas que te hemos presentado en este artículo y que puedes explorar cuando visites nuestra región.
Las formaciones calcáreas de la Gran Meseta Cársica de Baracoa datan principalmente del Mioceno. Se caracterizan por sus terrazas escalonadas que en algunos lugares llegan a ser 15, algunas de ellas contando con farallones verticales de hasta 70 metros de altura.
Arqueología en los karsos de Baracoa y Maisí
Estos karsos tanto costeros como internos son ricos en vestigios arqueológicos que dan cuenta de la vida del pueblo taíno antes de la llegada de los europeos.
Por cierto: el Museo Arqueológico Cuevas del Paraíso está situado en un sistema de cuevas en el carso de Seboruco, en plena ciudad de Baracoa y puede visitarse en unos 30 minutos.
Si quieres un buen consejo…
Si las terrazas y karsos en la costa norte entre Baracoa y Punta de Maisí cuentan con densos bosques siempreverdes, la costa sur entre Cajobabo y Punta de Maisí es sumamente árida, pero despliega una vegetación xeromórfica espinosa única y muy bella.
Para apreciar al máximo las riquezas de la flora y la fauna que apenas alcanzamos a sugerir en este artículo, te recomendamos recurrir a los servicios de un guía especializado. En Baracoa tenemos excelentes expertos en observación de aves y observación de la flora, incluyendo las orquídeas que podrán mostrarte y hablarte de especies que, de otro modo, podrías perderte.
Actividades, Baracoa, Turismo Sostenible
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