Publicado el: 19 julio, 2017.
Un jardín es como un sueño. Cuando compramos esta casa con su terreno hace tres años, no había jardín. Villa Paradiso estaba por inventarse y en su parte trasera tenía solo un tramo de terreno que necesitaba cuidados, atención, esmero. Fue así que empezamos a soñar con un jardín.
No resultaba difícil soñar, pues la roca caliza que caracteriza a la loma de El Paraíso aquí en Baracoa se presta a variados juegos de la imaginación. Y el contrapunto entre las prominentes rocas y las manchas de fértil tierra colorada del lugar suscitaba distintas visiones.
Tres años más tarde: un jardín en plena metamorfosis
Hemos aprendido que el sueño es una vivencia doble. Por una parte, la ensoñación del jardín imaginado: la concepción que nos ha guiado. Por otra, el sueño narrado por la transformación continua del jardín a lo largo de estos años: la naturaleza que respondía a nuestros cuidados y cambiaba el perfil del terreno una y otra vez.
Le inventamos a nuestro jardín un sistema de escaleras, pues está situado en una loma bastante empinada. Agregamos más tarde una serie de barandas de madera, que brindan apoyo a nuestros huéspedes cuando usan las escaleras pero también son un ornamento.
Aguas buenas que mantienen verde este jardín
Baracoa es conocida como la Ciudad de las Aguas. El significado mismo del vocablo taíno “Baracoa” es: presencia del mar o abundancia de aguas. Nuestra región es bendecida por los más altos niveles de precipitación pluvial en Cuba, y cuenta con nada menos que 29 ríos. Aguas buenas que nos ayudan a mantener verde este jardín.
Hoy, las plantas ornamentales conviven con las salvajes en nuestro jardín. Tenemos al menos 15 variedades de helechos, cuatro de palmeras y varios tipos de suculentas o cactáceas. Tenemos sábila (Aloe vera) y diversas plantas medicinales como la verbena, la menta, la caña santa o limoncillo y la manzanilla. Y maravillas nutritivas como la moringa (Moringa oleifera).
Una variedad de frutas, verduras y hierbas
Nuestros frutales incluyen plátanos y guineos (bananos) de diverso tipo, que producen pencas con bastante frecuencia.
Nuestra cosecha de aguacates alcanza entre 500 y 700 unidades cada temporada.
Este año, el maracuyá comenzó floreciendo y dando deliciosos frutos. Hemos plantado también calabaza, malanga, papaya, marañón, guayaba, guanábana, naranja, limón…
De este modo, seguiremos aumentando nuestra capacidad para ofrecer una experiencia de turismo ecológico y orgánico, al ritmo en que aumenten los insumos directos de nuestro jardín para nuestra cocina y la mesa de nuestros huéspedes.
Nuestra casa ha sido tomada por las flores
Las flores de nuestro jardín incluyen el jazmín de noche, varios tipos de lirios y tres de orquídeas.
Y no podía faltar en un jardín cubano la flor nacional de nuestro país, llamada mariposa (Hedychium coronarium).
Hablando de mariposas, aquí podrás apreciar una diversidad de esos hermosos insectos. Tenemos también polymitas pictas, un colorido caracol arbóreo endémico de la región.
Y suelen venir a libar el polen de nuestras flores los zunzunes (colibríes), pero también hemos avizorado aquí ejemplares del endémico carpintero verde cubano (Xiphidiopicus percussus).
Nuestros visitantes aprecian nuestro jardín y hablan de él
En lo más alto de nuestro jardín, tenemos planeado construir un ranchón con techo de tejas de barro rojo (greda o arcilla roja). Será un lugar ideal para nuestros huéspedes que quieran disfrutar alguna bebida con una maravillosa vista de la Bahía de Miel o leer un rato refrescados por la brisa marina.
Varios de nuestros huéspedes han expresado su apreciación por nuestro jardín en sus opiniones publicadas en TripAdvisor y en Facebook. Nuestro sueño está en marcha y seguirá cambiando de forma, ofreciendo al visitante nuevas bellezas de una temporada a la siguiente.
Baracoa, Turismo Sostenible, Villa Paradiso
Etiquetas: Ecología, Medicina natural, Turismo de aventura, Turismo de naturaleza
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